El concepto de cadena de bloque fue aplicado por primera vez en 2009 como parte de Bitcoin.
Una cadena de bloques, en inglés como blockchain, es una estructura de datos agrupada en bloques a los que se les añade metainformación relativas a otro bloque de la cadena anterior en una línea temporal y gracias a técnicas criptográficas, la información contenida en un bloque solo puede ser eliminada o editada modificando todos los bloques posteriores. En resumen, es una redundancia en múltiples sitios (mineros) que evita el fraude de la información almacenada en la nube. Es un sistema de seguridad que guarda la información en múltiples sitios utilizando la distribución Peer to Peer entre usuarios del sistema (conocidos como mineros).
La tecnología blockchain es especialmente adecuada para escenarios en los que se requiera almacenar de forma creciente datos ordenados en el tiempo, sin posibilidad de modificación ni revisión y cuya confianza pretenda ser distribuida en lugar de residir en un único sitio.
Una cadena de bloques puede ser usada para certificar documentos y asegurarlos frente a alteraciones.
Por ejemplo, hoy día, con la tecnología actual de inteligencia Artificial, Machine Learning, etc. es relativamente sencillo por ejemplo cambiar las caras de una escena de vídeo y suplantar una identidad, generando un vídeo falso sobre uno real, haciendo que un archivo audiovisual o una noticia actual sea una fake news o fake archive.
Blockchain puede ser utilizado en un sistema de Gestión Digital de Media distribuida, 100% asegurada y real (distributed digital asset management), a prueba de fraude.
Hubo un tiempo en el que una cinta de vídeo o una película cinematográfica era el único soporte físico que tenía un contenido audiovisual… de ese tiempo se pasa a un fichero que solo lo puede utilizar un usuario cada vez, de ahí hemos pasado a sistemas compartidos que acceden a un mismo contenido de forma simultánea. El siguiente paso tecnológico puede venir del BlockChain a través de redes IP que contienen el vídeo, el audio y la metadata de una televisión o productora audiovisual.
Se puede pensar en la cadena de bloques como en una red de próxima generación. Actualmente la mayoría de las redes blockchain no monetarias son cerradas, lo interesante a futuro es que son completamente transparentes: todo lo que sucede queda registrado y encriptado.
La novedad que puede ofrecer respecto a las redes que usamos hoy día en la compartición de la información, bien sea vídeo en tiempo real, ficheros de media, etc. viene de aumentar el acceso y la transparencia para compartir, tener una red más precisa y conectada, por ejemplo, en la conexión con nuestros clientes o televidentes, siempre en entornos muy securizados y fiables para los usuarios.
El principal conductor para el desarrollo de esta tecnología es la SEGURIDAD. Algo que hoy día, realmente, no tenemos.
Los activos digitales valiosos son los que requieren este tipo de tecnología segura, una red en tiempo real más segura, contenido descentralizado, encriptado y transparente donde se graba cada acción producida.
Un ejemplo para entender el Blockchain, tomamos una aplicación de dibujo en una sesión remota entre varios participantes simultáneos, todos pueden editar el dibujo en el que se planifica o diseña algo, todos escriben y dibujan, pero nadie tiene acceso al dibujo en sí mismo, es el BlockChain quien devuelve la representación gráfica de lo que cada uno ha hecho y lo suma en una representación total de las partes.
Un problema actual que dificulta la implementación de Blockchain en redes audiovisuales es la latencia, 7 transacciones por segundo lo que lo hace inviable para emisión de directos.
Asier Anitua Valluerca
Gerente Desarrollo de Negocio
Telefónica Servicios Audiovisuales
Avenida de los Artesanos 6, 28060, Tres Cantos (Madrid)